La paz no es posible si no podemos controlar nuestras energías sexuales.
La paz depende ultimamente de nuestro relacionamiento con nuestros familiares y con las personas que nos encontramos cada día. Paz interna significa descubrir nuestro balance interno, lo cual viene directa y propiamente del control y regulación de nuestras energías sexuales. Si nosotros no sabemos canalizar e integrar estas energías propiamente, solo tendremos una pequeña oportunidad para crear paz en el mundo.
Tenemos que entender que la vida armoniosa con nosotros mismos, las relaciones con otras personas, especialmente con los miembros de nuestra familia traeran automáticamente el resultado deseado. Por lo tanto esto traera efectos positivos imprevistos en la comunidad y en nuestras naciones, y eventualmente sobre la comunidad global. Recordemos que las fallas actuales en el amor y en la armonía de nuestras sociedades se debe a la falla en la expresión del amor basado en la busqueda de la gratificación de los sentidos.
Tal es así que es esencial la canalización de nuestras energías sexuales para algo más constructivo.
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Si nos ponemos a examinar las practicas sexuales de muchas otras especies en el planeta, podemos entender el poder de la energía sexual. En algunos casos el acto sexual en si mismo es muy significativo para los miembros de una especie como única oportunidad en toda su vida. Por ejemplo el macho de la mariposa. Las hormigas y arañas tambien tienen una única oportunidad de procrearse. En estas especies, el acto sexual es tan poderoso que lleva al fin de sus vidas físicas.
Si nos ponemos a examinar las practicas sexuales de muchas otras especies en el planeta, podemos entender el poder de la energía sexual. En algunos casos el acto sexual en si mismo es muy significativo para los miembros de una especie como única oportunidad en toda su vida. Por ejemplo el macho de la mariposa. Las hormigas y arañas tambien tienen una única oportunidad de procrearse. En estas especies, el acto sexual es tan poderoso que lleva al fin de sus vidas físicas.
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En la especie humana, se puede ver que, la sexualidad puede tener una fuerza constructiva o destructiva, dependiendo del grado de elevación de la conciencia de uno. Todas las tradiciones espirituales conocen el poder de la sexualidad, nos enseñan como controlarlas, canalizarlas para entrar en comunión con lo divino. Al mismo tiempo el uso inapropiado de esta misma energía nos conduce a cometer atrocidades. Admitiendo la turbulencia del mundo actual, nosotros tenemos que canalizr nuestras energías sexuales en una dirección positiva, de no ser así contribuiremos a la degradación general y eventualmente destruiremos nuestra cultura y la del planeta entero.
En la especie humana, se puede ver que, la sexualidad puede tener una fuerza constructiva o destructiva, dependiendo del grado de elevación de la conciencia de uno. Todas las tradiciones espirituales conocen el poder de la sexualidad, nos enseñan como controlarlas, canalizarlas para entrar en comunión con lo divino. Al mismo tiempo el uso inapropiado de esta misma energía nos conduce a cometer atrocidades. Admitiendo la turbulencia del mundo actual, nosotros tenemos que canalizr nuestras energías sexuales en una dirección positiva, de no ser así contribuiremos a la degradación general y eventualmente destruiremos nuestra cultura y la del planeta entero.
La influencia de la sexualidad es mucho más persuasiva de lo que podemos pensar. Un pobre entendimiento del aspecto de la sexualidad es un fenomeno llamado sexo sutil.
Incluso si nos abstenemos de la actividad sexual, tendremos el deseo de controlar nuestro ambiente, tratar de controlar a todos y cada uno alrededor nuestro, para demostarles cuan importantes y maravillosos somos. Cuando nuestros devotos van adquiriendo energías para adquirir distinción, adoración y ser el centro de la adoración se puede entender que se esta cayendo en una forma de sexo sutil. Este comportamiento es considerado normal en una sociedad materialista y para nosotros permanecer inmunes a estas atracciones resulta extremadamente dificil.
Nuestros deseos de distinción, adoración son síntomas de una falta de dominio sobre nuestras energías sexuales. estos deseos egocéntricos degradan las actividades físicas. Cada vez que nos centramos en nuestros placeres personales en la forma de prestigio, poder y ganancias personales, tenemos la tendencia de explotar a los otros, poniendo como punto focal la gratificación de nuestros sentidos.
Cuando los líderes sucumben a los deseos de distinción, no tendremos ninguna duda de que todas la puertas se le cerraran.
Su sirviente:
Chaitanya Lila das a.
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